Posts Tagged ‘mierda’

¿Señor rosa o señor marrón?

diciembre 13, 2008

Eran huesos y carne. Huesos y carne que retornaban a casa después de una fatigosa tarde de visionado urbanita a lo Brunelesky. Sus cansadas espaldas arrastraban el peso de incontables noches de destrucción alcohólico-depresiva. Sus ojeras indicaban que a pesar de que era mejor que dormir entre cartones, la furgoneta no era ningún paraíso terrenal. El color cetrino de sus caras nos confirmaba la inconveniencia de seguir una dieta a base de pan bimbo y salami de €/kilo. Y ese andar encorvado, ese andar encorvado, que junto a esos pasitos cortos que daban nos decían, nos gritaban claramente… ¡Que se estaban cagando como perras! ¡Que se estaban cagando como si Dios les hubiera mandado un rayo de diarrea divina!

Joder, eran tres mierdas con patas en busca de un puto agujero don evacuar esa masa compacta que en forma de palomino a más de uno le estaba convirtiendo los gallumbos en una obra de arte post-moderna. De repente, y cuando ya sonaban las trompetas del Apocalípsis el señor morado lo ve: allí estaba, un jodido instituto en el culo del mundo. Rápidamente y como reacción natural de supervivencia su memoria accede a la carpeta W.C. Este era un directorio cerebral donde el señor morado guardaba toda la información relacionada con cagar y con sus complementos y necesidades. Haciendo un rápido repaso a los múltiples archivos que guardaba como imágenes jpg de todos y cada uno de los baños que había visitado desde los tres años hasta el día de hoy, decide que los institutos son dignos lugares que merecen recoger la semilla de su abono.

Señor marrón y señor rosa aceptan el plan sin oponer mayor resistencia y los tres juntitos de la mano se adentran en el centro educacional. Después de recorrer cerca de unos 75 metros y de cruzarse con 3 emos (lo que nos deja una nada desdeñable estadística de que en Bologna hay un emo cada 25 metros) vislumbran una tenue luz que intentaba escapar de una una habitación situada a unos treinta pasos del pórtico donde estaban. La luz era blanca y cálida. Tenia que ser un baño, no podía ser otra cosa. Dios les debía una.

-De puta madre, es un jodido baño. Además, hay tres. Uno para cada uno- sentenció el señor marrón.

Señor marrón el primero por la izquierda, señor morado centro y señor rosa derecha. Ruido de cinturones que se aflojan, botones que se sueltan y prrrrrr,pfffff,oppfpfppf……. choooof. And one more time. Ruido de cinturones que  se aflojan, botones que se sueltan y prrrrrr,pfffff,oppfpfppf……. choooof.. A continuación, papel higiénico girando y un poco de baile agarrado entre la celulosa y la carne.

Pero algo iba mal. Ningún sonido emanaban del santuario donde reposaba el señor rosa. Ruido de cadenas, lavabo y tras la puerta del señor rosa silencio.

-Señor, marrón creó que al señor rosa le pasa algo, hay demasiado silencio- sugirió el señor morado.

-Señor rosa, señor rosa. ¿Va todo bien?

NADA.

-Creo que lo mejor será que abramos la puerta no vaya ser que se haya desmayado o algo así.

-De acuerdo.

El señor marrón alargo la mano hasta el pomo mientras pensaba que coño iba a decir si se encontraba al señor rosa cascándose un paja mientras pensaba en mamillas. El pomo giro y tras un leve empujón, un caricia tal vez, la puerta comenzó a abrirse. Un olor insoportable se abrió paso raudo y veloz a través de sus fosas nasales obligándoles a retroceder un par de metros. No se iban a rendir tan fácilmente. Hincharon sus pulmones con todo el aire que podían almacenar y tras adelantarse un par de pasos abrieron la puerta con una patada Chuck (patada propiedad de Chuck Norris).

Pero… no podía ser. Allí no había nadie. Ningún ser viviente. El señor rosa se había esfumado. Lo único que había allí era aquello. Una mierda tal que estoy seguro de que tenía gravedad propia. Un grotesco montón de deshechos del tamaño de una banana cubana. Tan grande que desafiaba descaradamente las reyes que rigen los tamaños máximos de los esfínteres. Una mierda que no podía a haber sido expulsada por ningún organismo vivo ya que le produciría un desgarro tal que chorrearía sangre como una puta fuente. Algo que no podía conseguirse ni a base de una alimentación tan solo compuesta de kalimotxo e higos. Joder, coño. Pero es que menuda mierda!!

Fotos. Suspiro. Conclusión más lógica: El señor rosa ha pasado ha mejor vida, ha evolucionado a la forma perfecta, una mierda de dos kilos y 10 centímetros de diámetro.

¿Señor rosa, me puedes oir?

¿Señor rosa, me puedes oir?

Burocracia, no gracias.

octubre 6, 2008

Ahora mismo  al comenzar a escribir esta entrada son las 22:09 del 8 de octubre del 2008. Por lo tanto, llevo en Trento un 34 días. Pues bien, hoy exactamente a las 10:07 he terminado de hacer todo el papeleo necesario. ¿No esta mal, no? Más de un puto mes de carreritas de aquí para allí, de allí para acá, de acá a tomar por culo y me cago hasta en tu puta madre. Y como he acabado hasta los putos huevos pues ahora me cago en mi blog que para eso es mio y lo pago con el sudor de mi frente.

Bien, trataré de explicarlo tan claro como sea posible pero no creo que resulte fácil. Empecemos por el principio, una vez que llegas a Trento lo primero que tienes que hacer es pasarte por la oficina de Erasmus para hacer el check-in correspondiente. Yo tuve bastante buena suerte y se me adjudicó un buddy bastante eficaz que estaba esperándome en la estación a mi llegada a Trento. Gracias, a él llegue a la oficina en apenas cinco minutos.Pero, no todo iba a ser de color de rosa, he aquí el primer problema: «La oficina de Erasmus solo abría lunes, miércoles y viernes de 10 a 12 de la mañana«. Zash! En toda la boca. Yo llegue un martes. Me encantaría ser funcionario.

El miércoles me levanto temprano y después de la cola correspondiente, un chico joven, probablemente un ex-cantante de un grupo emo me atiende en una especie de castellano chanante y me dice que me va a dar por culo (eso si de un modo muy educado), porque tengo que entregar dos remesas de documentos:

1.- Codice fiscale, dirección en Trento, numero de teléfono móvil y un par de papeles más en un plazo de 15 días.

2.- Learning agreement. (En un plazo de un més).

Bien! Total, para que ostias me tiro un puto més en Bilbo haciendo el Learning si al llegar a Trento tengo que volver hacerlo again (como diría enjuto). Ahora y por hacer más digerible esta entrada diré simplemente  que la primera remesa de documentos no me dio demasiados problemas, o por lo menos no los suficientes como para que esa vena que tan bellamente adorna mi cuello empezara a palpitar. Mas, aiiii….. el Learning agreement… Eso es otra historia.

Para comenzar resulta que me entero que en Trento algunas asignaturas solo se ofertan una vez cada dos años (ein?). Y, bingo! Como no podía ser de otra manera una de las asignaturas que me había cogido había sido ofertada el año pasado, luego este año no había (iuju!). Una vez comprobado esto cambio mi learning agreement. No sin antes haber estado 10 días con los brazos esperando a que los enanos que viven en los servidores tuvieran tiempo de publicar los horarios. Y a partir de aquí comienza la autentica crucifixión con innumerables subidas y bajadas a la uni (para los que no han sido informados mi uni esta en el monte).

Para resumir diré que mi Learning tenía que ser firmado por tres personas. Demasidas firmas para nada bueno. La primera persona que debía firmarme no tenía ni idea de que era el coordinador de Erasmus, a la otra se le olvido firmarme una de las dos hojas y la tercera no pasa por la uni ni por equivocación. Si juntamos todo esto, obtenemos: unas ganas increíbles de comerme tres kilos de dinamita e cagar en la puta piazza del Duomo con un cartel que diga:

«Muerto por la burocracia.»

P.D.: MIentras tanto estuve en el Oktoberfest, en Verona, en Venezia y en unas cuentas fiestas.